El pasado fin de semana, la pequeña ciudad de O Porrino, en Galicia, fue una fiesta gracias al handball femenino porqué, por primera vez en su historia, el Club Balonmano Porriño jugó la Copa de Europa Femenina.
El elenco español, que desde el 2016 cuenta en el arco con la puntana Ayelén Rosalez, dejó en el camino al Ionias de Grecia en los Cuartos de Final y al Hazena Kynzvart de la República Checa para que, nada más y nada menos, acceda a la Final.
Fue ante el Valur de Islandia, país en donde el handball es más reconocido y popular que el fútbol, por ejemplo.
El partido de ida fue en O Porrino y allí se transformó en figura y en leyenda Rosalez porqué, cuando su equipo la pasaba mal, contuvo un penal clave que inyectó de ánimo a sus compañeras que culminaron logrando el empate 29-29.
El partido revancha fue en Islandia y también fue un parejo durísimo donde las locales se quedarían con la victoria por un ajustado 25-24.
A su regreso, el plantel del BM Porriño, fue recibido con honores por las autoridades municipales y con una fiesta en la plaza, en la misma donde todos se habían reunido para ver la final por televisión.
Ayelén Rosalez, en el día de ayer, decidió despedirse del club gallego. Lo hizo con un sentido posteo en sus redes sociales donde, dejó en claro, que en todos estos años se sintió como en su casa.
“Llegó el momento de despedirme, no es fácil expresar todo lo que siento. Han sido muchos momentos de sacrificios, alegrías y aprendizaje que me han marcado. Gracias Porriño, por permitirme vivir y conocer personas tan maravillosas”.
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Nota: Redacción