Este lunes, la subcomisión de básquet de GEPU, dio a conocer en sus redes sociales un durísimo comunicado de prensa contando su versión de los motivos por los cuales no participarán en la próxima temporada de la Liga Argentina de Básquet.
Según el documento, apenas un día después de finalizar la temporada 2023-2024, recibieron una llamada de Gabriel Rivero, Secretario de Deportes del Gobierno de la Provincia de San Luis, quien los felicitaba por lo hecho y quien les aseguraba el continuo apoyo económico.
Sin embargo y casi dos meses más tarde en donde no hubo más comunicaciones, la subcomisión solicitó una audiencia con Riveros a través de una nota enviada por la vicepresidencia del club con el objetivo de discutir la continuidad del proyecto que los plazos administrativos impuestos por la AdC estaban por cumplirse el 5 de julio.
Según reza el comunicado, las respuestas fueron evasivas y las reuniones canceladas en varias ocasiones, indicando que el Secretario de Deportes se comunicaba únicamente con el presidente del club, Hugo Páez.
Los plazos se cumplieron y GEPU no confirmó su continuidad. Además, no pudo cumplir con el libre de deuda de la temporada anterior ya que adeudan un mes de sueldo a jugadores y miembros del cuerpo técnico. “Es debido a un recorte inesperado en el presupuesto por parte del Secretario de Deportes.”.
Dos días después de vencido el plazo, es decir el 7 de julio, Riveros visitó los tres predios que posee GEPU a modo de visita institucional y no se habría discutido sobre la participación en la Liga Argentina de básquetbol.
En los últimos párrafos del comunicado, la subcomisión de básquet de GEPU señala que: “Nos hemos sentido maltratados por el Secretario de Deportes” destacando la desilusión y tristeza por la situación. A pesar de ello, separaron de toda responsabilidad al Gobierno de la Provincia y al propio gobernador Claudio Poggi y agradeciendo los intentos de apoyo de algunos funcionarios.
El comunicado, deja en evidencia, además, las tensiones internas dentro de GEPU, reservando críticas particulares para el presidente, a quien acusaron de priorizar intereses personales sobre los de la institución.
Este episodio pone de relieve los desafíos económicos y administrativos que enfrentan los clubes deportivos. Es cierto que los estados nacionales, provinciales y municipales deben acompañar, pero es evidente que también ya es tiempo de buscar otras alternativas para que los objetivos puedan cumplirse.
Nota: Redacción
