El fútbol de San Luis atraviesa horas de profundo dolor tras conocerse la noticia del fallecimiento de José Alberto “Pato” Gatto, uno de los jugadores más emblemáticos que dieron las canchas puntanas. Tenía 65 años y su figura deja una huella imborrable en la historia del deporte provincial.
Reconocido por su velocidad, destreza y capacidad para rematar con ambas piernas, Gatto se destacó como wing derecho, posición desde la que supo marcar diferencias y convertirse en un verdadero ídolo local.
A lo largo de su carrera vistió la camiseta de Sportivo Estudiantes, donde se transformó en una de sus grandes figuras, y también reforzó a Juventud Unida Universitario en competencias regionales. Además, integró la selección sanluiseña de fútbol, defendiendo con orgullo los colores de la provincia.
Los registros extraoficiales hablan de más de 400 goles convertidos, una marca que refleja su capacidad ofensiva y su vigencia a lo largo del tiempo.
Talento no le faltaba. Recibió propuestas para sumarse a clubes de mayor envergadura en el fútbol argentino e incluso surgieron posibilidades para emigrar al exterior, pero el “Pato” eligió quedarse en San Luis, donde cimentó su carrera y forjó su leyenda.
En el plano personal, estaba casado con Ángela Gutiérrez y era padre de Nicolás y Agustina.
Su nombre quedará grabado en la memoria del fútbol local como sinónimo de talento, humildad y pasión por la camiseta. El “Pato” Gatto ya es parte de la historia grande del deporte puntano.
Nota: Gustavo Falduti
